Un ejemplo claro, fruto de la socialización de género, es la publicidad de los productos "light", la cual, en la mayoría de las ocasiones, por no decir en el 99´ 9 %, está destinada fundamentalmente hacia las mujeres.
Siempre me ha llamado la atención el hecho de que los productos que se relacionan con adelgazar, cuidar la linea, cuidarse... están dirigidos hacia el público femenino, ¿qué pasa, que los hombres no se cuidan, nunca "necesitan" bajar peso o mantener un estilo mas saludable?
la belleza femenina es vista como un negocio bastante rentable y la publicidad de este tipo de productos se manifiesta de tres formas distintas y nada sutiles, como son la publicidad rosa, las siluetas femeninas y los anuncios sexistas.
La gran mayoria de los productos light, ligeros, para cuidar la línea... suelen ser de color rosa. Sólo hay que darse una vuelta por los pasillos del supermercado y observar como la leche y los yogures desnatados, los quesos light, el fiambre... tienen envases de ese color, que tradicionalmente ha sido asociado al género femenino.
Las siluetas femeninas son apreciadas en gran número de este tipo de productos, ya sean cajas de cereales, barritas adelgazantes... para que, de nuevo, no nos desviemo del público hacia el que van dirigidos.
Y, por último, para que no nos quepa la menor duda, se adornan con anuncios bastante explicitos en los que salen mujeres extremadamente felices por comerse un yogur o aliviadas por poder entrar en sus vaqueros después de hacer una dieta basada en cereales.
Bajo mi humilde punto de vista, estamos en una época en la que la publicidad ha pervertido totalmente el concepto de salud, y lo ha tratado de fusionar con el estereotipo de belleza femenina tradicional (mujer joven, delgada y guapa), llegando hasta el punto de que parece que en los anuncios publicitarios se están interesando por la salud de las mujeres a través de productos catalogados como "sanos" (sin grasa, con fibra...), pero la cruda realidad es que nos tratan de vender esos productos bajo el prisma de la obsesión por la delgadez y perfección.
Considero que la eliminación de la tasa rosa o la publicidad sexista, conceptos muy relacionados, debería ser un objetivo prioritario para los Gobiernos y algo en lo que se debería innvertir esfuerzo de cara a su erradicación, pues las consecuencias económicas, sociales y en el ámbito de la salud son tremendamente graves. No pueden existir productos que por ser de color rosa sean más caros, ni productos que pongan en riesgo nuestra salud amparándose en sus supuestos efectos adelgazantes ni un ideal femenino que día a día ocasiona graves enfermedades como son los trastornos de alimentación y problemas de autoestima.
Coincido contigo en que la publicidad es sexista, pero la buena noticia es que han evolucionado mucho. Un ejemplo claro lo vemos en la publicidad de productos de limpieza, ahora casi todos los mencionados anuncios los realizan hombres. También ha habido evolución en los anuncios sobre bebés, ahora los protagonistas suelen ser los padres. Esperemos que la evolución llegue y se quede también en la publicidad de los productos light. Saludos.
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